La provincia de La Pampa quedó en el último lugar del país en octubre de 2025 en cuanto al reparto de fondos discrecionales del Gobierno nacional, es decir, aquellos recursos que no se distribuyen de manera automática por ley, sino que dependen de decisiones políticas o administrativas del Poder Ejecutivo.
Según los datos difundidos, La Pampa recibió apenas una fracción mínima de los giros no automáticos, ubicándose detrás de todas las demás provincias argentinas. Este tipo de transferencias incluyen aportes del Tesoro Nacional (ATN), fondos especiales para obras públicas, asistencia financiera y otros programas con fines específicos, que suelen utilizarse para equilibrar las cuentas provinciales o afrontar emergencias.
El artículo destaca que esta situación contrasta con el trato recibido por otras jurisdicciones, especialmente aquellas gobernadas por oficialismos afines al Gobierno nacional, que obtuvieron transferencias muy superiores. En términos proporcionales, la brecha entre las provincias más beneficiadas y La Pampa fue significativa, lo que reaviva el debate sobre el criterio de distribución de estos fondos y el uso político que históricamente se les ha atribuido.
Fuentes del gobierno pampeano expresaron preocupación por el impacto de esta desigualdad en el financiamiento de obras y servicios locales, especialmente en un contexto de ajuste fiscal y caída de la recaudación. También se mencionó que la provincia mantiene un reclamo pendiente ante la Nación por deudas previsionales y otros compromisos incumplidos, lo cual agrava el cuadro financiero.
En resumen, el informe pone de relieve una situación de aislamiento presupuestario de La Pampa frente al Gobierno central, en un marco de tensiones políticas y fiscales entre Nación y provincias, donde el reparto de fondos discrecionales vuelve a ser un tema sensible para el federalismo argentino.
