
El Fondo Monetario Internacional destacó varias acciones llevadas a cabo por el Gobierno, como el firme compromiso con el orden fiscal, pero precisó que la meta de acumulación de reservas de junio no fue alcanzada.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó este jueves la revisión técnica del programa económico argentino y confirmó el desembolso de USD 2.000 millones, que ingresarán en las próximas horas a las arcas del Banco Central de la República Argentina (BCRA). La evaluación correspondió al cumplimiento de metas fiscales y de reservas acordadas en abril, aunque el organismo reconoció que algunas de esas pautas no se cumplieron plenamente.
“El Directorio Ejecutivo celebró los compromisos de las autoridades de salvaguardar el ancla fiscal, fortalecer el marco monetario, reconstituir las reservas e impulsar reformas que impulsen el crecimiento”, indicó el FMI en un comunicado oficial. Destacó también que la aplicación de las medidas económicas permitió una “transición fluida hacia un régimen cambiario más flexible, con una inflación en descenso y un crecimiento económico sostenido”.
No obstante, el FMI admitió que la meta de acumulación de reservas netas correspondiente a mediados de junio no fue alcanzada. Aun así, valoró que se implementaron medidas correctivas “para aproximarse a los objetivos” y que se cumplieron otros criterios clave, como los de superávit fiscal y algunas metas estructurales.
El organismo dejó en claro que respaldará al Gobierno en su objetivo de estabilizar la economía, pero volvió a marcar la necesidad de avanzar con reformas que garanticen el crecimiento a mediano plazo.
El desembolso de USD 2.000 millones será parcialmente absorbido por un vencimiento de deuda con el mismo organismo, que se hará efectivo este viernes 1° de agosto y asciende a USD 830 millones. Así, el ingreso neto de divisas será de poco más de USD 1.100 millones.
Este giro se enmarca en el programa de facilidades extendidas vigente con el FMI, y tiene por objetivo fortalecer las reservas internacionales, en momentos en que crecen las tensiones cambiarias y se aproxima un nuevo test electoral.