El director técnico de River Plate, Marcelo Daniel Gallardo, tuvo una conversación telefónica con el delantero Maximiliano Salas.
La llamada del “Muñeco” no fue casual: se trató de una jugada estratégica del cuerpo técnico para tentar al futbolista antes de que se abra oficialmente el mercado de pases. El objetivo es claro: sumarlo como refuerzo para mejorar la delantera y afrontar el Mundial de Clubes y la Copa Libertadores, dos ventanas claves donde Salas podría mostrarse al mundo y potenciar su carrera.
Sin embargo, la postura de Racing es firme: no está dispuesto a vender jugadores a rivales directos. Por lo tanto, si River quiere incorporar al futbolista, deberá abonar la cláusula de rescisión, que asciende a ocho millones de dólares.
Además, Maximiliano Salas tiene contrato con la “Academia” hasta el 31 de diciembre de 2026 y es considerado una pieza fundamental por Gustavo Costas.
Aunque sus estadísticas no llaman la atención, con apenas un gol y tres asistencias en 16 partidos del Torneo Apertura, y otro tanto en cinco presentaciones por Copa Libertadores, Salas se destaca por su entrega y movilidad en el ataque.
Estas cualidades lo convierten en un futbolista valioso para cualquier esquema táctico, motivo por el cual en River siguen de cerca su situación y no descartan que sea el propio jugador quien busque destrabar su salida del elenco de Avellaneda.
