La cosecha récord que el Gobierno esperaba liquidar para sumar dólares al Banco Central ahora está en peligro.
El fuerte temporal que azotó el pasado fin de semana al norte y noroeste bonaerense dejó bajo el agua vastas extensiones de la Zona Núcleo, donde se concentra la producción agrícola más fértil del país.
Las lluvias torrenciales afectaron localidades enteras, con caminos intransitables, familias evacuadas y pérdidas millonarias en el campo. En algunas zonas se registraron más de 300 milímetros en pocas horas, y la cosecha récord que el Gobierno esperaba liquidar para sumar dólares al Banco Central ahora está en peligro.
Según la Bolsa de Cereales, aún quedaban sin levantar más de 500 mil hectáreas de soja y 120 mil de maíz. Además, se teme por el deterioro del grano almacenado en silo bolsas y la imposibilidad de ingresar maquinaria a los campos anegados. “Hay lotes que deberán esperar hasta tres años para volver a producir”, alertó Soledad Aramendi, presidenta de la Sociedad Rural de Rosario.
La situación reaviva críticas por la falta de infraestructura hídrica, con reclamos por la paralización del Plan Maestro de la Cuenca del Salado. “Faltan solo 30 kilómetros de canal para evitar este desastre”, reclamó la productora Andrea Passerini.
