
La profunda intervención que está llevando adelante el municipio en el Parque Don Tomás representa uno de los esfuerzos de recuperación y modernización más significativos de los últimos años en Santa Rosa.
Un recorrido por el predio permite dimensionar la magnitud de los trabajos y comprender por qué este espacio, tan emblemático para la vida social y recreativa de la ciudad, está atravesando un proceso que lo devolverá a aquel esplendor que impulsaba el recordado intendente Oscar Mario Jorge.
A pocas semanas del inicio de la temporada de verano, la obra más visible —el natatorio municipal— se encuentra en su etapa final. Se trata de una piscina con más de seis décadas de uso, cuya infraestructura ya mostraba un deterioro estructural importante. Por esa razón, el municipio decidió intervenirla prácticamente desde cero.
Para reconstruirla, se utilizaron alrededor de 700 metros cúbicos de hormigón, lo que demuestra la magnitud de la obra. Actualmente, los equipos culminan la aplicación de pintura específica, un proceso que demanda unas 120 latas de 20 litros, y se estima un tiempo de secado de al menos cinco días antes de volver a llenarla.
Además de la reconstrucción, se efectuó un cambio clave en términos de seguridad: la profundidad máxima del natatorio se redujo de 2,40 a 1,70 metros, una modificación que permitirá un uso más seguro para miles de vecinos y vecinas que cada verano eligen ese espacio como única alternativa recreativa. La nueva profundidad también facilitará su mantenimiento y garantizará mejores condiciones sanitarias.
En paralelo, se están llevando adelante trabajos complementarios que transforman completamente la zona:
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Construcción de una vereda con solado atérmico y antideslizante, pensada para evitar quemaduras y caídas.
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Nuevas rampas de acceso para asegurar mayor inclusión y accesibilidad.
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Instalación de luminarias modernas, juegos recreativos y sectores de descanso.
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Renovación integral de baños, vestuarios y la enfermería.
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Incorporación de un portal de acceso semicubierto y un cartel identificatorio que jerarquiza la entrada al natatorio.
Un cambio institucional también marca una nueva etapa: la administración de la pileta, tradicionalmente municipal, ahora estará a cargo de la Fundación Guadalupe, una organización dedicada a la atención de personas afectadas por consumos problemáticos. La recaudación será un aporte significativo para sus programas, mientras que el municipio continuará realizando el mantenimiento general del natatorio.
Transformación del área del Mangrullo
Simultáneamente con el natatorio, avanzan obras de gran envergadura en la zona del Mangrullo, donde se concentran equipos de Vialidad Municipal y Obras Públicas. Allí se restauró el tradicional Mangrullo, ahora instalado sobre un amplio arenero que servirá como espacio recreativo para niñas y niños. También se construyó una nueva rampa para remeros, que funcionará como embarcadero para kayaks y canoas, y un muelle para hidropedales, lo que permitirá recuperar los paseos náuticos, un clásico del parque.
El camino que cruza la laguna también está siendo intervenido: se lo repavimenta con nuevas baldosas, un trabajo que requerirá alrededor de 10.000 unidades. Toda esta área será administrada por el Club Náutico, institución que cuenta con la experiencia necesaria para manejar actividades vinculadas al deporte y la recreación acuática. En los próximos días comenzará además la renovación del puente colgante que une el camino con la Isla del Mangrullo.
Parrillas, camping rodantero y nuevas áreas recreativas
Una de las consultas más frecuentes de los vecinos es sobre el estado de las parrillas. El municipio no solo proyecta mejorarlas, sino también reorganizar su ubicación: el sector próximo a avenida Uruguay será trasladado a la ribera opuesta, donde se está diseñando un nuevo parque para motorhomes y casillas rodantes, una demanda en crecimiento entre turistas y visitantes que ven en Santa Rosa un punto estratégico de descanso.
En paralelo, se avanza con un proyecto clave para mejorar la calidad de vida en barrios cercanos como El Faro, Los Hornos y Colonos Pampeanos, mediante la extensión de la red de agua potable, una histórica necesidad que se incorporó al Presupuesto Municipal 2026.
Seguridad, vandalismo y recuperación del espacio público
El intendente también remarcó la problemática del vandalismo, que afecta estructuras como parrillas, mobiliario urbano y especialmente la Confitería de la Isla del Recreo, abandonada y reiteradamente dañada. Frente a esto, se reforzó la presencia municipal y policial:
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Se incorporó un auto eléctrico que recorre permanentemente el predio.
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Se incrementaron los controles del personal municipal.
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Se acordó con la policía mayor presencia preventiva en zonas críticas.
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Se instaló una garita de seguridad en el área de la confitería.
La recuperación de este edificio forma parte del plan integral. Una vez refaccionado, se evaluará si será concesionado o destinado a uso municipal, lo que abrirá nuevas oportunidades para dinamizar la actividad dentro del parque.
Una apuesta estratégica para la vida social de Santa Rosa
Cada una de estas intervenciones —algunas muy visibles, otras más técnicas pero igual de necesarias— responde a una visión de ciudad que entiende al espacio público como un bien social central. Las obras no solo fortalecen la convivencia, la recreación y la vida comunitaria, sino que también generan un impacto económico positivo, dinamizan el comercio, revalorizan zonas urbanas y consolidan un circuito virtuoso de obra pública.
El Parque Don Tomás, con su laguna, su vegetación, sus senderos y su historia, está recuperando la vitalidad que lo convirtió en un símbolo afectivo para generaciones de santarroseños. Las obras en marcha buscan no solo restaurarlo, sino proyectarlo hacia el futuro como un espacio seguro, accesible, moderno y lleno de vida.