
En una de sus grandes decisiones finales como intendente, Guillermo Montenegro envió el viernes pasado un nuevo pliego para licitar el transporte colectivo de pasajeros.
Tras dos experiencias fallidas, el Ejecutivo presentó su tercer proyecto, que toma en cuenta elementos que ya figuraban en los anteriores e incorpora otros que fueron fruto de los tratamientos legislativos que no llegaron al final que anhelaba.
El gobierno local cree que, en el plazo de 20 años que prevé para la nueva concesión, se “reconvertirá” el sistema de transporte, hoy “inmerso en una situación de crisis económico financiera y de demanda”, derivada “fundamentalmente de la pandemia”. La puesta en marcha del nuevo sistema permitirá “la mejora del servicio” y “el desarrollo de la infraestructura básica para la reestructuración definitiva de los recorridos”.
En ese marco, explicó que “el sistema de transporte público actual, planificado exclusivamente para viajar hacia y desde el área central de la ciudad, no da una respuesta eficaz a las crecientes demandas espaciales de servicio”.
Vuelve a incluir la línea anular. La intención es que recorra el borde costero y las avenidas Constitución, Alió y Juan B. Justo, y una los nodos e intercambiadores de transbordo a construir. “Aumentará considerablemente la accesibilidad de los ciudadanos con residencia en las zonas alejadas del centro a las distintas localizaciones atractoras de viajes de la ciudad (centros de educativos y de salud, zonas verdes, equipamientos deportivos)”, señala el proyecto.
Tendrá una extensión aproximadamente 29 kilómetros, mayoría
de paradas accesibles con refugios y la totalidad de la flota de colectivos con
piso bajo “cuando la infraestructura lo permita”.
Las líneas rápidas, como la anular, buscarán “alcanzar
velocidades comerciales óptimas que aseguren la fluidez del sistema”, por lo
que su diseño se realizará “en función de trazados directos y paradas cada 400
metros, aproximadamente”.
Los puntos de más alta congestión vehicular tendrán
“intervenciones de diferente grado, que van desde priorización semafórica hasta
la segregación del transporte público mediante carriles exclusivos”.
Por su parte, las líneas subordinadas serán las diseñadas
para “dar accesibilidad al territorio”. El distanciamiento entre paradas será
de aproximadamente 300 metros.
Intercambiadores
Los intercambiadores serán grupos de paradas con refugios que tendrán el objetivo de facilitar el trasbordo. El plan oficial menciona cinco:
-El del Puerto (Juan B. Justo y Alem), que canalizará los viajes del nodo portuario (productivo y comercial) y de la zona sur del partido.
-El Regional (Juan B. Justo y Juan N. Fernández), que será el parador central, canalizará los viajes con origen y destino en el entorno próximo del Hospital Interzonal General de Agudos y los barrios del oeste, como Las Lilas, Roldán, Santa Rosa de Lima, parte de Dorrego y Jorge Newbery, Belgrano, Don Emilio, Autódromo, Las Américas, José Hernández e Hipódromo. Además, mediante transbordo, recibirá una cuota de los viajes procedentes de Batán y su zona de influencia
-Constitución: localizado en cercanías de las avenidas
Constitución, Della Paolera y Monseñor Zabala, canalizará los viajes generados
en los barrios de la zona noroeste. También permitirá la vinculación con las
líneas interurbanas o urbanas mixtas que se encaminan por la ruta 2.
Boleto integrado
El proyecto incorpora un transbordo entre diferentes líneas sin costo adicional para el usuario, que podrá hacerse dentro de una ventana temporal de una hora durante el día y de dos horas a la noche. Estos tiempos, de todos modos, podrán ser modificados por el municipio “con el objeto de mejorar la eficacia del sistema de combinación”.
El transbordo se podrá hacer en cualquier punto de intersección de líneas, pero no se podrá combinar entre líneas que permitan al usuario cerrar su viaje, es decir, regresar a su destino.
Si el primer viaje es realizado en una línea con tarifa plana y el segundo viaje es realizado en una línea con tarifa diferencial, el pasajero abonará en el segundo viaje la diferencia.
El municipio podrá establecer que los pasajeros que realicen viajes frecuentes tengan descuentos en sus pasajes. De acuerdo a este esquema: de 21 a 60 viajes mensuales, 10% sobre el boleto plano; más de 60 viajes, 25%. Se tratará de un beneficio “personal e intransferible”.
Por otro lado, podrá fijarse un 20% de descuento sobre la
tarifa plana para los usuarios que utilicen el servicio en los horarios valles;
es decir, los de menor demanda.