
El Gobierno de La Pampa avanza en la continuidad de un plan estratégico de prevención de incendios forestales que ya lleva nueve años de implementación ininterrumpida.
En esta oportunidad, en el auditorio de la Dirección Provincial de Vialidad (DPV) se realizaron las licitaciones públicas para llevar adelante trabajos de apertura y mantenimiento de picadas cortafuegos en distintos sectores del territorio provincial. El objetivo principal es reducir el riesgo de propagación de incendios durante la temporada estival, cuando las condiciones climáticas suelen favorecer la ocurrencia de focos ígneos.
El acto de licitación contó con la participación del ministro de Obras y Servicios Públicos, Alfredo Intronati; el presidente de la DPV, Rodrigo Cadenas; la secretaria de Ambiente, Mónica Álvarez Redondo, y el director de Defensa Civil, David García. Allí se presentaron las empresas oferentes Ulises Becerra Macali, Maximiliano Jubete, Fuentes Ismael y Lira Luis Antonio. La primera licitación contempla trabajos de rastreo y motonivelación en picadas contrafuego pertenecientes a Defensa Civil, distribuidas en tres zonas específicas, con un plazo de ejecución de cuatro meses. La segunda licitación se centra en las reservas naturales de Parque Luro, Pichi Mahuida, Limay Mahuida, La Reforma y La Humada, áreas de gran valor ecológico que requieren acciones preventivas sostenidas.
El ministro Intronati subrayó la importancia de dar continuidad a esta política pública iniciada hace nueve años, cuyo propósito es salvaguardar tanto el ambiente como los bienes materiales y productivos de la provincia. “Este es un plan que se mantiene de manera constante porque permite reducir el impacto de los incendios forestales, asegurando una respuesta más eficiente y evitando la propagación en grandes superficies”, explicó. Además, señaló que la planificación se amplió hace dos años para abarcar reservas naturales, con una inversión específica de 550 millones de pesos destinada a picadas cortafuegos y otros 297 millones para áreas protegidas.
Durante sus declaraciones, el funcionario remarcó que estas acciones forman parte de una política institucional que combina prevención ambiental con dinamización económica. Por un lado, las picadas facilitan el trabajo de brigadistas y bomberos voluntarios en caso de siniestros, al generar accesos seguros y zonas de contención. Por otro, la continuidad anual de los trabajos implica una reducción de costos significativa, ya que se trata de mantener y ampliar áreas existentes en lugar de comenzar desde cero cada temporada.
Intronati también destacó la importancia social y económica de estas obras: “La inversión en obra pública no solo garantiza protección ambiental y seguridad frente a incendios, sino que además tiene un efecto directo en la comunidad, al generar empleo y movimiento económico en el sector privado que participa de las licitaciones”. Asimismo, diferenció la postura del Gobierno provincial respecto de la política nacional, señalando que mientras Nación ha dejado de priorizar la obra pública, La Pampa sostiene estas iniciativas como un recurso estratégico para el bienestar colectivo.
En síntesis, el plan de prevención de incendios forestales en La Pampa se consolida como una política de Estado que integra protección ambiental, seguridad ciudadana y desarrollo económico. La continuidad de estas acciones refleja una visión a largo plazo que busca no solo enfrentar los riesgos inmediatos de la temporada estival, sino también preservar el equilibrio natural y garantizar herramientas eficaces para la intervención rápida de los equipos de emergencia en todo el territorio provincial.