El XXVIII Congreso Nacional del Agua (CONAGUA) celebrado en Mar del Plata se centró en la gobernanza del agua en Argentina, un tema crítico dado el contexto actual de cambio climático y desafíos hídricos.
Este evento, que tiene lugar cada dos años desde 1963, reunió a numerosos actores del ámbito académico, gubernamental y social para discutir estrategias compartidas hacia una gestión sostenible del agua.
La delegación de La Pampa, liderada por el ministro de Obras y Servicios Públicos, Alfredo Intronati, enfatizó el impacto de la disolución del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (ENHOSA) en la provincia. Intronati destacó que la provincia tuvo que asumir casi el 82% de la inversión prometida por el Gobierno nacional en obras de saneamiento, advirtiendo sobre las repercusiones sociales de estas interrupciones, que incluyen riesgos a la salud pública, disminución de la calidad del agua y desigualdad territorial.
Además, se subrayó la importancia de las obras de saneamiento, que aunque son invisibles y menos apreciadas socialmente, son fundamentales para la salud y el bienestar de las comunidades. En La Pampa, su continuidad ha permitido abordar emergencias sanitarias, ampliar redes de agua potable y prevenir inundaciones.
También hubo un llamado a la responsabilidad federal en la gestión del agua, con alerta sobre el vaciamiento de organismos cruciales para la gestión del agua y la ciencia en el país. Se destacó que la falta de financiamiento y recursos en instituciones como el CONICET y universidades afecta la capacidad de gestión del agua, lo que pone en riesgo la sostenibilidad de los recursos hídricos.
En resumen, el congreso advierte sobre la necesidad de un enfoque coordinado y equitativo para la gestión del agua,ciendo un llamado a la acción a todos los niveles de gobierno y sociedad para enfrentar estos desafíos