
La provincia de La Pampa destaca entre las jurisdicciones argentinas por tener una de las alícuotas más bajas en la venta minorista de alimentos.
En 2025, se registró una alícuota del 3% para la mayoría de las actividades, situándose en el segundo lugar del ranking, junto con provincias como San Juan, Santiago del Estero, Formosa, Santa Cruz y Chaco. Sin embargo, se aclara que para las empresas con facturación superior a los 8.500 millones de pesos, como los hipermercados, la alícuota asciende a 3,9%.
El sistema de Ingresos Brutos es considerado uno de los impuestos más distorsivos del sistema tributario argentino. En el contexto actual, la baja carga tributaria en La Pampa busca incentivar el consumo, con el argumento de que en una situación económica más favorable, las ventas aumentarían y el impacto del impuesto sería menor.
Además, las autoridades de la provincia insisten en que el foco debe estar en fomentar el consumo y mejorar el poder adquisitivo de los asalariados, más que en eliminar el impuesto.
En comparación con otras provincias, las alícuotas más altas se encuentran en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la Provincia de Buenos Aires y otras como Salta, Tucumán y Córdoba, con un 5%, lo que representa un contraste en el panorama fiscal nacional.