Ferrari ha presentado este martes su nueva arma para 2024. El SF-24 (Scudería Ferrari y el año en curso como nomenclatura) se esperaba muy diferente al de los dos últimos años y no ha defraudado.
Es un coche nuevo desde el morro hasta el difusor y
como la mayoría en la parrilla se inclina hacia los elementos de Red Bull de
2019, que tan buenos resultados le dieron en pista. Será el último de Carlos
Sainz como piloto de Ferrari antes de la llegada de Hamilton y con el que
tratará de luchar por su primer título Mundial de F1.
Los
laterales, las suspensiones y el suelo se encaminan a tener una mayor
eficiencia en al paso por curva e ir lo más pegados posible al asfalto, sin
pérdidas en el efecto suelo, a la par que cuidar en lo posible los neumáticos.
Ese fue, en varios circuitos, el talón de Aquiles de Ferrari en 2023, como lo
impredecible del comportamiento de la trasera en las zonas rápidas y medias,
algo que subsanaron en parte hacia el final del año con el kit de Japón. Ahora
deben seguir insistiendo en ese camino de mejora, sin perder la velocidad punta
en recta ni el paso pro curva lenta, uno de los mejores en 2023.
Lo primero
que destaca en el nuevo SF-24, es el morro. Se acabó la nariz en tres tramos de
los últimos años para seguir la línea de Red Bull, más corto y aplastado, pero
no tan refinado como en el caso de Aston Martin o el propio Red Bull. la punta
encaja con el segundo flap del alerón, para debajo más espacia para el aire por
debajo del coche.
Los
laterales son de clara inspiración Red Bull y que se están copiando a lo largo
de toda la parrilla. Muy altos y estirados en la boca, con el prominente labio
inferior a modo de flap y con los espejos haciendo una especia de alerón medio
por encima, Además dejan un impresionante hueco por debajo y abandonan la
barriga recta y prominente que tenían por el inferior en 2022 y 23. Dejar mucho
espacio entre el suelo y los pontones es una de las líneas que impuso Newey y
que todos siguen.